jueves, 24 de setiembre de 2009

Testimonio de aborto: Marina

Hace algo más de un año tomé la decisión de abortar. Entonces tenía 31 años y me quedé embarazada a pesar de haber tomado precauciones para que eso no sucediera. La noticia fue como una bomba para mí.
Varias mujeres de mi entorno habían pasado por la misma experiencia, así que hablé con alguna de ellas lo cual me hizo no sentirme sola en un momento tan delicado.
En mi país no es tan difícil abortar. Pude acceder a una clínica privada por un precio más o menos asequible. Además en ese lugar me trataron con mucho cariño.
Desde que asimilé la noticia supe que no era el momento para ser madre. Creo que todas las mujeres hemos pensado alguna vez en lo que haríamos si nos quedásemos embarazadas sin quererlo y lo que sí puedo decir es que no es mismo pensarlo que decidirlo.
Para mí la capacidad que tenemos las mujeres de ser madres es una de las cosas más maravillosas de la vida. Por lo tanto, el día que eso me pase quiero estar 100% preparada y darle a ese ser todo mi amor. Y para mí ese no era el momento.
Le conté que estaba embarazada a muy pocas personas. El chico con el que pasó no me apoyó demasiado aunque sí que estaba de acuerdo en que abortara.
Mi hermana y una gran amiga fueron las que estuvieron a mi lado en todo momento. Sí hubo una persona que me miró como si estuviera cometiendo un asesinato.
Secuela física no me ha quedado ninguna, es más, la recuperación fue casi inmediata. Aunque sí es verdad que los meses posteriores al aborto tuve cambios hormonales y mi apetito sexual disminuyó por una temporada.
Psicológicamente tampoco pero sí es verdad que a veces me acuerdo de lo que viví y no es algo muy agradable para mí.
En algún momento me sentí culpable. Me eduqué en un colegio de monjas donde eso era un gran pecado y aunque yo no soy religiosa y mis creencias son totalmente diferentes son muchos años oyendo ciertas cosas que te dejan huella.
Si pudiera volver atrás tomaría la misma decisión.
Creo que una mujer tiene derecho a elegir si quiere ser madre o no. Eso sí, si vas a abortar estate totalmente segura porque ya no hay vuelta atrás.
Marina.

lunes, 14 de setiembre de 2009

Testimonio de aborto: Karla

Aborte cuando tuve 21 años, para entonces mi pareja al enterarnos su actitud fue egoista pensando solo en él y todo lo que podria derrumbarse en su vida, yo (ahora que me doy cuenta) mal hice en confiar un sentimiento y depender de ello y mis emociones, finalmente decidi al aborto por muchas razones, que darme cuenta de una falsa pareja, me seti inofensiva por las situaciones que en familia transcurria (infidelidad, salud) e inmadura, al final de cuentas por aquellos tiempos luego de mi decisión no e arrepiento porque frente a todo ello de una razón que mas pesa es que no podria darle al niño lo que verdaderamente podria necesitar y sentir, mejor evitar ese daño para alguien que no tiene la culpa, pasaron los años proegi y continue, callé, sin embargo no pense que mis emociones fueran tan fuertes que mi mente y pensar, la depresion por la perdida de un bebe es grande, logros tuve pero nada comparaba con la naturalidad de una mujer y me di cuenta que era mas mi inmadurez que mi elecion de mi cuerpo, como nolstalgia se apodero en mi la natura de ser madre, aunque no esposa (luego de la interrupcion del emabrazo) ya me importaba poco el interes de tener pareja, sin emabrgo no descarta la posibilidad de tenerlo pero mi pensar y mi lucha fue mas por querer tener a mi bebe otra vez, sentimiento de culpa???? soledad???? ambas situaciones se apoderaron de mi, porque pese a mi avanzar aquien se lo dedicaria? quien se sentiria orgulloso de mi de mis logros? cuestionamiento que seguia retumbamdo mi pensamiento y sentir, asi que no dude y arriesgue en poder emabrazarme de nuevo despues de todo, y lo loge y ahora me siento que pude lograrlo, pero del todo no esta bien en mi, quiza el sentimiento de culpa aun me invade, siento que no soy buena madre, siento fatigarme facilmente con la crianza de mi bebe, no tengo pareja, soy madre soltera, a él (otra persona) lo elegi como padre pese a razones que supuestamente lo habiamos conversado, al final se hecho para atras y no quiso formar parte de la responsabilidad de nuestro bebe, economicamente la llevo, me duele aceptar dejar muchas cosas propias para poder dare y dedicarle a mi bebe, a veces ando mal humorada, siento que no soy buena madre porque aunque paresca increible despues de las ansias de volver a tener un bebe, es el hehcho que no supe afrontar antes y poder recuperarme como tal, ahora mi bebe no erece esta indiferencia, llorar es mi consuelo pero se que asi no conseguire nada, al menos calmara mi dolor, se que hay cosas que debo seguir reordenando todo porque pese a sentir que seria de misin mi bebe ahora, es quienmi bebe pese a todo quien me resusita de la impaciencia de salir del dolor, espero poder terminar con esto lo mas antes posible y seguir vviviendo los momentos brillantes con mi bebe y disfrutar de todo...
Karla

viernes, 3 de abril de 2009

Diálogo Feminista “Los Derechos del Concebido y la Regulación del Aborto”

Amigas y amigos:

Reciban un cordial saludo de la Campaña 28 de setiembre: Día por "la Despenalización" del Aborto en América Latina y el Caribe – Grupo Focal Perú.

La presente tiene como objetivo invitarlas/os al diálogo feminista sobre “Los derechos del concebido y la regulación del Aborto” que se llevará a cabo el día 14 de abril a las 7.00 p.m. en el local del CMP Flora Tristán, sito en Parque Hernán Velarde Nº 42, Cercado de Lima, entre cuadras 1 y 2 Av. Pettit Thouars).


Como es de conocimiento público, el Congreso ha determinado que el 5 de marzo se celebre el “día del niño por nacer”; decisión que contradice el carácter Laico que la Constitución peruana reconoce al estado desde el año 1979. Esta decisión política no es ajena a la actitud negativa que el Estado ha asumido frente a los derechos reproductivos de las mujeres. No olvidemos que hasta el momento está vigente una norma que regula el registro de concebido en el país, no se cumple con el dictamen del comité de Derechos Humanos en el caso K.L., no se aprueba el protocolo detención para acceder al aborto terapéutico y existe proyecto de ley que pretende restringir aún más el derecho al aborto terapéutico.


El diálogo se dará a partir de la reciente publicación; “El derecho a la vida del concebido y la regulación del aborto” que forma parte de la serie Justicia de Género y cuya autora es Jeannette Llaja. Se entregará la separata a la/os asistentes.


Esperando contar con su gentil participación, hago propicia la ocasión para expresarle los sentimientos de mi especial consideración y estima.
Atentamente,

María Ysabel Cedano
Coordinadora Campaña 28 de setiembre
Grupo Focal Perú

viernes, 6 de febrero de 2009

Elva nos cuenta su experiencia...

Yo aborté cuando tenía 21 años. Salí embarazada de mi enamorado de entonces por no usar un método anticonceptivo. Tenía la absurda seguridad de que no pasaría nada, pero a los dos días sentí mi cuerpo hinchado y la creciente certeza de que mi acto irresponsable había tenido consecuencias. Pensaba que podría suceder algo que pudiera volver todo a como estaba antes de esa noche tan linda de conversación, deseo y cerveza.


Era semana santa y acompañé a mi mamá al recorrido de iglesias y recuerdo muy bien que en cada templo oraba pidiendo que no hubiese nada dentro de mí. Pasaron dos semanas y se lo conté a mi enamorado y le planté la necesidad de ir donde un médico para realizar el aborto. Quedamos en averiguar nombres y precios. Yo conseguí el nombre de uno del que me habían dado buenas referencias, y él de otro recomendado por su amigo. Tras ponernos de acuerdo recibí una noche su visita inesperada. Me dijo que lo había pensado mejor y que no podía hacerlo, que lo mejor era casarnos, ambos habíamos terminado los estudios y ya estábamos trabajando, apeló a nuestro deseo mutuo, al hecho de que nos conocíamos bastante y que teníamos todo para iniciar nuestra familia. Le respondí que no, que en mi cabeza no había pasado la imagen de un ser del que tuviera que hacerme cargo, que ya era suficiente responsabilizarme de mi misma.



Finalmente concretamos la visita al médico y la realización del aborto, pero allí también terminó nuestra relación. Me envió una carta diciéndome que por no haber sabido imponerse había terminado aceptando una situación con la que él no estaba de acuerdo y que nunca se perdonaría. Han pasado muchos años de esa experiencia y no me arrepiento, me convenzo de que tener hijos no es una decisión que deba responder a una situación límite que parece fuera de nuestras manos, a presiones de quien es nuestra pareja, a las condenas sociales o morales. Debe ser consecuencia solamente de nuestro deseo de que así sea.


Elva